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carlosmartinez

Grandes esperanzas

El problema de la nueva versión de Grandes esperanzas es que como la mayoría de los clásicos británicos, la novela de Charles Dickens tiene ya versiones para dar y tomar, que está ya más vista que el tebeo en el cine, y además hay una que es una obra maestra, la que hizo el genial David Lean en los años 40 titulada aquí Cadenas rotas. La nueva versión, dirigida por el casi siempre discreto Mike Newell (su único filme perfecto es para mí Donnie Brasco, aunque también me guste Cuatro bodas y un funeral), es correcta, pero aporta poco nuevo, si acaso una mayor truculencia en algunos pasajes (los relativos al personaje de Ralph Fiennes, para mí lo mejor con diferencia del filme), algunas ideas de puesta en escena realmente inquietantes (esa jaula en medio del camino presente en toda la película) y yo juraría que alguna licencia respecto a la novela (a pesar de que solo la he leido en mi niñez, yo diría que en la novela de Dickens no hay relación entre los personajes de Helena Bonham-Carter y Ralph Fiennes, aunque me puedo equivocar). Le perjudica en el reparto un poco adecuado y un tanto inexpresivo Jeremy Irvine como protagonista y una Helena Bonham-Carter empeñada en hacer de personaje de Tim Burton o de loca cuando no corresponde (aquí sí que parece La novia cadáver sin necesidad de animación). Filme correcto y con buena ambientación, pero muy lejos de las mejores adaptaciones de la novela, solo le doy un aprobado alto. 

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