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carlosmartinez

Oblivion

Otro director-guionista que se ha pasado de listo. En su empeño en buscar la originalidad y el giro sorpresa, el directorJoseph Kosinski, autor de la ya muy discreta secuela de Tron, logra en Oblivion lo contrario de lo que pretendía por torpeza. Es tal la cantidad de referentes que tiene la película (entre los más destacados, Matrix, Dark city, Wall-E o El planeta de los simios, pero hay unos cuantos más), que el filme entero huele a refrito, y el giro sorpresa se lo puede esperar cualquier aficionado a la ciencia-ficción. La historia del limpiador de un planeta Tierra devastado por un ataque alienígena fallido y abandonado por la raza humana que se ha ido a la luna de Saturno Titán no tiene ni pizca de originalidad, salvo en el diseño de producción y en esos paisajes desolados rodados en Islandia, a Tom Cruise se le empiezan a notar los años (los primeros planos son esclarecedores), el personaje de Morgan Freeman parece un sosias del Lawrence Fishburne de Matrix, y la escena final provoca vergüenza ajena por ridícula, cursi y patética. Solo se salvan la belleza de Olga Kurylenko y los efectos especiales, lo demás es para olvidar.

 

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