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carlosmartinez

Phenomena: Arma letal + Depredador

Este viernes 28 Phenomena acaba su temporada con la proyección de dos famosas películas de acción, ambas de 1987 y ambas producidas por un productor que estaba en sus inicios y que se haría en el transcurso de los años en uno de los más importantes de Hollywood. Joel Silver venía de la labor de productor asociado en varios filmes de Walter Hill (The warriors, Límite 48 horas), para independizarse como productor en 1985 con filmes de bastante éxito como Comando, pero es con estos dos que hoy nos ocupan los que le lanzan al estrellato, puesto en el que continua; con algunos altibajos, filmes como los primeros de Jungla de cristal, Matrix, los Sherlock Holmes de Guy Ritchie o los de Jaume Collet-Serra siempre lo mantienen en el candelero, a pesar de los detractores que odian el cine hollywoodiense.

Arma letal:

Joel Silver no inventó la buddy movie (película de pareja de personajes antagónicos que unen sus fuerzas contra el mal), de hecho ya había trabajado con ella en Límite 48 horas, pero sí que la llevó al punto más alto de popularidad con este filme y sus posteriores secuelas. Arma letal es pura adrenalina sin apenas descansos, a pesar de que la historia es un tanto tópica, fruto de un guionista principiante llamado Shane Black al que se le empezaba a notar buen tino para el cine de acción. También se beneficia del gran oficio del veterano director Richard Donner, en su mejor momento creativo (había encadenado en poco más de diez años La profecía, Supermán, Lady halcón y Los goonies, entre otras), una pareja de actores como los  estadounidenses Mel Gibson (muchos lo nombran como australiano, pero en realidad la familia huyó a las antípodas a causa de la guerra de Vietnam, para que un hermano mayor no fuera a Vietnam) y Danny Glover que mostró una gran química entre ellos y dos excelentes villanos como Mitchell Ryan y Gary Busey. El resultado fue una espectacular montaña rusa, sumamente entretenida, que lanzaría definitivamente a todo el equipo, confirmando el buen ojo de Silver, el buen oficio de Donner y lanzando al estrellato a Gibson. También lanzaría a Black como guionista estrella y el mejor pagado de Hollywood en los siguientes años, hasta que sus problemas con el alcohol y desastres comerciales como El último gran héroe (filme que a mí me gusta mucho, por otra parte) y Memoria letal lo mandaron a un ostracismo del que parece haber salido con Iron man 3. La película daría lugar a una saga siempre dirigida por Donner y protagonizada por Gibson y Glover, pero que con cada título aumentó el tono autoparódico (la pareja se convirtió en trío, con un muy pasado de rosca Joe Pesci) y con cada vez menor interés, en algún momento se ha hablado de una quinta entrega, pero Donner está muy mayor con 83 años y Gibson no parece estar muy interesado cuando está en su sano juicio.

Depredador:

Corre el rumor, nunca aclarado, de que Depredador nació de un chiste tras el estreno de Rocky 4, en el que se decía que a Sylvester Stallone solo le quedaba enfrentarse a un extraterrestre tras derrotar a los rusos, chiste que dos avispados guionistas convirtieron en la película que acabó protagonizando Arnold Schwarzenegger. Yo no acabo de creérmelo, sin ser una obra maestra, el filme está demasiado bien hecho y escrito como para nacer simplemente de un chiste, y tiene para mí una influencia clara que viene de los años 30, un filme maravilloso de los creadores de King Kong titulado El malvado Zaroff, que narraba la cacería de un grupo de personas por el villano que daba el nombre al filme (ojo, no era un extraterrestre, pero la influencia en Depredador es clara). Silver como productor tomó una opción en su momento arriesgada, pero que visto el resultado fue clave: confiar en un director casi debutante (solo había estrenado un filme casi inédito en todas partes, Nómadas) llamado John Mctiernan, que demostraría ser en el transcurso de los años uno de los grandes del cine de acción, hasta que se le fue la olla acabando entre rejas por espiar a los estudios para conocer antes que nadie los nuevos proyectos. Depredador no tiene una gran historia, es más bien de una completa simplicidad, malo malísimo cargándose a todo un batallón americano hasta que se encuentra con la horma de su zapato, Arnie, pero tiene un excelente pulso y un gran malo (al que curiosamente estuvo a punto de interpretar un debutante Jean-Claude van Damme, descartado finalmente porque prefirieron a un actor de 2 metros 19, Kevin Peter Hall, y a van Damme no le gustaba el disfraz) y es muy, muy entretenida. Otra cosa son sus secuelas, la segunda no pasa de discreta, y encima tiene un chistecito que este sí se convirtió en dos películas más: un cadáver de Alien en la nave del Depredador, al que unos productores más ceporros que Silver (ya no intervino en estas) creyeron ver la gallina de los huevos de oro e hicieron dos espantos llamados Alien vs Depredador 1 y 2. Mctiernan por su lado tuvo una excelente carrera con títulos hasta 1999 como Jungla de cristal 1 y 3, La caza del octubre rojo, El último gran héroe y El guerrero número 13, sus últimos años son para olvidar y no creo que después de la que armó alguien lo vuelva a contratar. 

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