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carlosmartinez

Una cuestión de tiempo

No deja de ser curioso que el prestigioso guionista británico Richard Curtis pasase de la mala uva de La víbora negra y de crear un icono del humor como Mr. Bean a ser uno de los reyes de la comedia romántica con títulos como Cuatro bodas y un funeral, Notthing Hill o Bridget Jones, donde sobretodo en las dos primeras mantenía un buen nivel del que sus seguidores posteriores parecen haberse olvidado. Su tercer largometraje como director, Una cuestión de tiempo, está algo por debajo de otros filmes suyos, en ocasiones se le va la mano con el azúcar y abusa de la repetición de la idea propuesta, pero resulta simpático y tiene dos actores muy buenos, un Domnhall Gleeson (hijo del gran Brendan Gleeson) encantador y muy dotado para la comedia, todo un descubrimiento a seguir, y un Bill Nighy que borda su papel de padre. Sin ser redonda, no aburre y está bastante por encima del nivel de la actual comedia romántica.

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