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carlosmartinez

Phenomena: Cortocircuito

Esta tarde de reyes Phenomena programa un pequeño clásico ochentero, un filme que en principio no iba a ser una comedia y que inspiró en parte una obra maestra reciente:

Cortocircuito:

Y aunque los cinéfilos conocemos a este robot como Johnny five, quizás lo tendríamos que llamar Santiago número cinco, luego hablaremos del tema.

Cortocircuito es el final de lo que denominé hace poco trilogía tecnológica del director británico John Badham, en la que bajo la apariencia de inocentes blockbusters había una fuerte crítica hacia el abuso de la tecnología por parte del gobierno y el ejército. Es la amable de las tres, la única que tiene un claro tono de comedia con la historia del robot diseñado para la guerra que a consecuencia de un rayo pierde la memoria y se convierte en pacifista al caer en casa de una amante de los animales que se cree que es un extraterrestre. En principio no iba a ser una comedia, sino un trhiller oscuro con el robot como villano supongo que en plan Terminator, pero quizás les debió ocurrir lo que nos ha pasado alguna vez a los que hemos escrito guiones: el malo acaba cayendo simpático y lleva la película en otra dirección. Tiene un reparto muy de la época, los salidos de Loca academia de policía Steve Guttemberg  y G. W Bailey y la actriz Ally Sheedy que ya había trabajado con Badham en Juegos de guerra. La película tuvo un gran éxito y tuvo una secuela no exenta de interés pero inferior.

Y posteriormente le salió un homenaje que se convirtió en una película mucho mejor: Wall-E. Sin ser iguales, sí que ambos robots se parecen mucho como para no no ver claramente la influencia del filme de Badham en el filme de Pixar, además del mensaje pacifista de ambas. Una buena muestra de que con talento los homenajes y los remakes pueden salir muy bien sin desmerecer del original.

¿Y por qué a Johnny Five le llamo medio en broma medio en serio Santiago número cinco? Porque la traducción española volvió a hacer de las suyas. El robot en realidad le llama el ejército SAINT 5, por ser el quinto prototipo y porque el proyecto se llama Strategic Artificially Intelligent Nuclear Transport. Se ve que al traductor no le gustó la S de Strategic y modificó el nombre: Sistema Artificial Nuclear de Transporte Inteligente, SANTI. Otra prueba más de por qué odio el doblaje: además de desvirtuar en parte el trabajo de los actores, porque pocas veces respeta la intención en los diálogos de los guionistas del filme, añadiendo cosas o cambiándolas al gusto local.

Una película muy divertida y muy recomendable para todas las edades.

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