Cincuenta sombras de Grey
¿Puede haber algo peor que a una mala novela le salgan fans, a veces, sí, que a alguno le de por escribir algo peor en homenaje y encima tenga todavía más éxito. No sé si muchos sabéis que Cincuenta sombras de Grey novela nació como fanfiction de Crepúsculo, de hecho si uno se fija bien en el argumento las similitudes saltan a la vista, más que la versión erótica del argumento Chico encuentra chica, es la ñoña de Chica virgen encuentra chico "rarito".Pues bien, intenté acabar la primera novela, pero las carcajadas involuntarias con el tema del contrato de sadomasoquismo que ocupa unas cuantas páginas del libro me lo impidieron. Tranquilos, no pienso hacer un fanfiction voluntario de alguna de mis novelas favoritas, no tengo tan mal gusto.lg
Probablemente el mayor acto de sadomasoquismo en mi vida ha sido aguantar hasta el final del engendro que es la adaptación de la novela al cine, primero porque por mi carácter jamás abandono una sala de cine antes de acabar un filme, siempre digo que de los malos filmes también se aprende lo que no se tiene que hacer si escribes guiones o participas en cortos aunque sean amateurs, y además es mi obligación hacia mis lectores que esperan una crítica decentemente hecha del filme..
Y Cincuenta sombras de Grey es mala, muy mala, aunque seguramente hay un lector de este blog que cuando lea esta crítica me rebatirá, de hecho ya lo ha hecho en Facebook. opinión que le respeto, pero no comparto. Si el principal cometido de un filme erótico o porno es acrecentar la líbido del espectador, cosa que sí han hecho unos cuantos clásicos como Fuego en el cuerpo, El último tango en París, Portero de noche, Instinto básico, El cartero siempre llama dos veces o la Trilogía de la vida de Pasollini, Cincuenta es tan sexy como una ración de bromuro, tan excitante como una patada en las partes de alguien que no sea sadomasoquista. No sé qué entiende por sadomasoquismo la directora Sam Taylor-Johnson, porque para mí no basta con unos azotes con la mano en el culo, con una venda en los ojos, con un cubito de hielo o unas plumas de pavo o una habitación llena de objetos, que utiliza de atrezzo porque desde luego no se ven en el filme. No sé sinceramente qué entiende la directora por erotismo, si lo que vemos del protagonista masculisno ya se lo hemos visto generosamente a Cristiano Ronaldo y otros futbolistas en publicidad: los pectorales, el abdomen y el torso, porque de cintura para abajo, nada de nada, como si estuviésemos en la época de Tarzán (yo creo incluso que el taparrabos de Johnny Weissmuller mostraba mucho más que las toallas y los pantalones de Jamie Dornan). Y el final sin comentarios, aunque sea una trilogía (o una tetralogía, según la moda), cada parte debería tener un cierto climax, si la directora quería hacerlo, porque tal como acaba lo tiene, se ha mostrado incapaz de hacerlo por no mostrar lo que debía, resulta ridículo que solo se vea una mano y un culo, eso es una chapuza y hace poco creible la reacción de la chica. Por lo tanto, mal libro, equivocación en el enfoque, mala dirección y malos actores, especialmente Dornan porque Dakota Johnson tiene algún momento salvable (aunque es más de la línea de interpretación de su padre Don Johnson que de su madre, Melanie Griffith, mucho tiene que mejorar, de momento me parece una actriz limitadita), el resultado, lo esperable: filme patético, ridículo, soporífero y desastroso que recauda mucho pero al que los palos le llueven por doquier. Tendrá secuela, pero como no cambien de línea o aprendan algo al menos de lo que sí supo hacer recientemente Lars von Trier en Nymphomaniac (filme no porno, pero mucho más erótico e interesante que este), no van a sacar nada bueno, y no es porque venga de una novela mala o un best seller, la historia del cine está llena de novelas horrorosas que dieron lugar a obras maestras, y de best-sellers "de aeropuerto" (término despectivo que nunca he acabado de entender, para mí no hay nada de malo en leer una novela que simplemente distraiga en vacaciones o en viajes largos de negocios) que han dado lugar a clásicos insdiscutibles, eso sí en manos de gente como Hitchcock u otros que sabían qué hacer con ellas. Desde ya seria candidata a peor filme del año.
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david campani raso -