Mad Max 4

 

Regreso por la puerta grande de un director al que creía perdido en filmes infantiles un tanto menores (Babe es simpática, pero un tanto sobrevalorada, y de Happy feet no entiendo todavía el gran éxito en 2006).

El australiano George Miller ha hecho con la cuarta entrega de Mad Max un gran espectáculo frenético, sin pausa y con un ritmo tremendo, en el que personalmente no echo de menos a un Mel Gibson que ya no está para estos trotes y que puede ser la consagración definitiva de Tom Hardy, y con Charlize Theron demostrando una faceta desconocida en ella de heroína de acción en el que es probablemente su mejor papel en mucho tiempo. Este regreso al mundo apocalíptico de Max Rockatansky es un serio candidato a mejor blockbuster de esta temporada veraniega de estrenos que está comenzando.