Necrológica
La inesperada noticia de su fallecimiento en accidente aéreo nos ha dejado helados esta mañana. Era un compositor irregular dado en ocasiones a lo demasiado cómodo, pero también cuando quería era muy bueno. Descanse en paz:
James Horner:
Horner puede considerarse el más fiel reflejo de la decadencia del actual Hollywood. Compositor de formidables bandas sonoras desde sus inicios con Roger Corman hasta comienzos del nuevo milenio (con alguna excepción posterior como la estupenda y muy extraña banda sonora de Apocalypto, y la notable Avatar), con grandes logros como Los siete magníficos del espacio, Krull, Star Trek 2 y 3, Aliens, Braveheart, La máscara del Zorro o La tormenta perfecta, además de Titanic, su composición más famosa y un notable trabajo, aunque no de los mejores. Pero también fue un compositor sumamente irregular, con una peligrosa tendencia a la autocomplacencia, y lo que es peor, a la autorepetición y la repetición de otros rayana en el plagio. Se dice, no se si es cierto, que un grande como Jerry Goldsmith no lo podía ver en este sentido porque pensaba que había copiado mucho suyo (también hay rumores de lio de faldas de Horner con una hija de Goldsmith), y muchos conocen el "sonido Horner", esas cuatro notas que utiliza muy a menudo conocidas entre sus no fans como parabará y que en realidad son el inicio de la primera sinfonía de Rachmaninoff. Si ya la notable Willow daba algún peligroso síntoma de inspirarse en Schumann, a partir de 2000 su decadencia y su tendencia a la repetición se acentuan y sus bandas sonoras son discutibles o simplementes malas, como Troya o The amazing Spider-man 1. Con toda su irregularidad y sus altibajos, Horner es un nombre clave en la historia de la música de cine, pero en conjunto no se le puede considerar un grande, aunque sí un buen compositor cuando estaba inspirado.
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