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   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Espero que, entre comuniones, bodas y demás celebraciones, tengáis algun rato para visitar mi página.

   Ante todo, gracias a Josep María por su "comentario inevitable" (no seguiremos hablando del tema hasta otra esperemos que breve en el tiempo ocasión).

   También inevitable aunque no deseable era hablar esta semana sobre el "acontecimiento cinematográfico del año", "El código da Vinci". Lo que los aficionados y críticos de cine nos temíamos desde el principio se ha cumplido con creces:

   La novela original no era para tirar cohetes, pero en manos de un guionista y director competentes quizás habría dado para un entretenimiento digno. Desgraciadamente, cayó en las manos de Akiva Goldsman, uno de los peores guionistas de la actualidad, y del mediocre Ron Howard. Al primero le debemos por su "capacidad de síntesis" un guión confuso en momentos clave (qué hacen muerto y asesino en el museo de Louvre, el papel del Opus en la intriga) y algunos añadidos de juzgado de guardia (la escena en el estanque, el teléfono móvil en el autobús).

   Al segundo, compartido con el responsable de casting por algunos errores clamorosos en la elección del reparto, le debemos una pésima dirección de actores, especialmente un Ian Mckellen que nunca estuvo más sobreactuado y una pareja protagonista, Hanks y Tatou, que no es que estén mal: simplemente no están, en unos papeles que les eran completamente inadecuados. Lo único que se salva del film es la excelente banda sonora de Hans Zimmer.

   La semana que viene hablaremos de "X-men 3".