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carlosmartinez

editorial

  Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Sin duda la semana ha venido marcada por el tema de la gripe, del que querría comentar alguna cosa. Que vale, que la gripe es muy peligrosa y que hay riesgo de pandemia (que, ojo, no quiere decir que nos vayamos al otro barrio, quiere decir que la puede sufrir mucha gente en todo el mundo, aunque sea leve). Pero una cosa es informar y prevenir y otra es provocar una histeria que de momento no está justificada (salvo en México; probablemente alguna causa ajena a la infección debe haber habido para que el virus se comporte de manera diferente a otros sitios, y no me extrañaría que esa causa se llame chapuza sanitaria y política). Siempre en una enfermedad vírica el riesgo potencial es imprevisible, como también es imprevisible que subamos a un avión y nos la peguemos, y no por ello nos van a alarmar todo el día. Lo que tienen que hacer las autoridades es controlar los casos y buscar las medidas adecuadas ante lo que pudiera pasar. Y que dejen los informativos y prensa de comparar la situación con la gripe "española" de 1918: convendría recordar que entonces la enorme mortandad probablemente se produjo por falta de medicamentos adecuados y por estar en medio de una guerra mundial en la que se utilizaron productos altamente nocivos que afectaron a la mutación del virus (no ha habido antes ni después una epidemia de gripe igual).

   Pasando a los temas estrictamente cinematográficos, me gustaría comentar algunos fallecimientos producidos últimamente (algunos con mucho retraso, porque se ha hecho poca mención de ellos; gracias a Alex Gorina y a Fotogramas por la información). Como son cuatro, los iré comentando en estricto orden alfabético.

   El nombre de Ken Annakin probablemente no le suene a nadie actualmente (salvo a George Lucas, que bautizó a Annakin Skywalker como homenaje al cineasta), pero en los años 60 fue un aceptable artesano británico con varios éxitos en su haber: "Los robinsones de los mares del sur", "Aquellos chalados en sus locos cacharros" (por cierto, ¿porqué el país.com la rebautiza como "Aquellos magníficos hombres en sus máquinas voladoras"?) o "La batalla de las Ardenas". Director completamente olvidado pero no despreciable.

   Bea Arthur es la segunda "Chica de oro" desaparecida en cuestión de pocos meses (era la más alta de las cuatro). Excelente actriz cómica televisiva que nos hizo pasar muy buenos momentos en la historia de la televisión, aunque nunca destacó en el cine.

   Betsy Blair fue una excelente actriz a la que no favoreció en su carrera un físico que poco tenía que ver con los de una estrella. Eso sí, deja para la historia dos papeles memorables: el de la enamorada de Ernest Borgnine en "Marty" y el de la protagonista de "Calle mayor", sin duda la obra maestra de Juan Antonio Bardem, mucho más que la muy envejecida "Muerte de un ciclista". Un recuerdo para alguien que murió hace más de un mes sin que hasta ahora lo supiese.

   Y por último, y quizás el más importante, el director de fotografía y ocasional director Jack Cardiff, uno de los maestros en su profesión de la historia del cine. Por si alguien no lo recuerda, "Narciso negro" es toda una muestra de maestría en la manera de iluminar una película, y no fue la única en una larga y provechosa carrera. Y como director, sin ser un maestro, tuvo films muy interesantes como "El último tren a Katanga" o "El soñador rebelde" (éste en colaboración con John Ford, que no pudo acabar el filme por enfermedad). Un recuerdo para uno de los maestros de la luz en el cine.

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