x-men, primera generación

   Hay que aclarar una cosa sobre la nueva entrega de los superhéroes de la Marvel X-men. No se trata como muchos han dicho de la cuarta entrega de la saga, sino de la quinta. Por mucho que Lobezno fuese el protagonista absoluto de la última entrega, y que tenga cómic propio, hay que considerar el filme protagonizado por Hugh Jackman como una entrega más de la saga, aunque para mí fuese la más floja de todas, porque comparte estilo y porque muchos de los personajes ya aparecían en otras entregas.

   En cuanto a "X-men", no hay demasiadas novedades en esta nueva entrega, salvo que se desarrolle al principio de las historias de los citados superhéroes. Para mí no es ningún problema, si Marvel lleva cincuenta y tantos años haciendo nuevas aventuras en papel de sus personajes, es lógico que si funcionan sigan haciéndolo en cine. Y el filme funciona muy bien, resulta mucho mejor que las dos últimas entregas de la serie, con una primera parte que presenta muy bien todos los personajes y con una parte final muy espectacular y muy bien hecha, aunque el hecho de conocer a los dos personajes principales ya nos hace preveer qué va a pasar al final. Al estar ambientada durante la crisis de los misiles de 1962, el filme se permite homenajes al cine hecho en aquella época, como una trama y un villano muy deudores de los filmes de James Bond, las escenas con pantalla partida (¿o era polivisión, según Jaime Rosales?) o unos títulos de crédito finales claramente de estilo pop, amén de una escena-homenaje a "La dama de Shangai". Destaca por la interpretación de sus dos protagonistas principales, James Macavoy y Michael Fassbinder, y por un Kevin Bacon que brilla con luz propia como gran malvado. No aporta nada nuevo, pero es un muy brillante entretenimiento.