¡Qué dilema!

   Peor todavía resulta el que es uno de los mayores fiascos comerciales en los últimos meses en USA, la presunta comedia de Ron Howard "¡Qué dilema!". Digo lo de presunta porque por un lado tiende más al melodrama que a la comedia, y por otro no le veo por ningún lado la gracia al filme. Ni media sonrisa, ni nada que destaque para perder un par de horas viéndola, con un Kevin James al que no le veo la gracia como comediante desde que lo conocí en "Hitch" y con una Jennifer Connelly que anda completamente perdida en el embolado que resulta el filme. Pero los que se llevan la palma en el desastre son Vince Vaughn y Winona Ryder, completamente pasados de rosca e histéricos más que histriónicos, completamente inaguantables y serios candidatos a llevarse todos los razzies y los yogas de este año. Un filme bochornoso, probablemente lo peor que recuerdo del discreto artesano que siempre ha  sido Howard, y probablemente candidato a uno de los peores filmes del año.