blackthorn

   El habitual coguionista de Alejandro Amenábar estrena su segundo filme como director, Blackthorn, tras doce años del primero, cosa extraña puesto que tuvo una buena aceptación en taquilla.

   No sé si considerar Blackthorn como un western crepuscular o como un homenaje al género,  porque está fuera de tiempo (se desarrolla en la década de 1920) y de lugar (Bolivia) como para considerarlo un western puro. No es un filme redondo ni mucho menos, para mí en algunos momentos resulta un poco cansino y repetitivo con tanta cabalgada, y el personaje de Eduardo Noriega se le ve venir casi desde la primera vez que aparece. Pero contiene un sentido homenaje con mucho cariño a un género que desgraciadamente está en vías de extinción (a pesar de algunos logrados trabajos recientes como Apaloosa), y tiene una gran interpretación del actor y escritor norteamericano Sam Shepard, sin él la película sería mucho menos de lo que es. Por último, siempre recomiendo la visión de los filmes en su versión original, pero en este caso, sin haber visto la doblada, se me antoja básico, el filme mezcla muy bien los idiomas inglés y castellano en sus escenas (aunque a veces a Shepard cuesta entender su castellano, tiene un acento norteamericano muy cerrado), y me resulta inconcebible una versión en un idioma solo. Con sus peros, es una más que digna película.