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   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Esta semana no hay ninguna noticia que me haya llamado la atención para comentar, ni que yo sepa hay que lamentar ningún fallecimiento relacionado con el mundo del cine, así que paso directamente a hacer las críticas de los filmes vistos estos días.

   He de reconocer que tenía cierto temor ante el estreno del nuevo filme de Pixar, la segunda entrega de Cars, Pixar tenía el listón muy alto en los últimos tiempos y las reacciones de la crítica en USA habían sido bastante negativas. Quizás el nuevo filme se pueda considerar una obra menor en la filmografía del estudio, pero está muy lejos de ser un desastre (por cierto, algunos le han echado en cara que es demasiado para niños; por mucho que nos gusten los filmes de Pixar, no le busquemos tres pies al gato, todos sus filmes están dirigidos a la infancia, no son filmes porno). Ante todo, es un divertido homenaje a todo el cine de espías, el más evidente el cine de James Bond, aunque no el único, a mí me divierte mucho que hayan convertido la grúa paleta en el George Kaplan de Con la muerte en los talones, aquel espía que no existía y que metía en un buen embrollo al pobre de Cary Grant. Al contrario de lo que se ha dicho, las carreras de coches son mucho más cortas que en la primera parte y el ritmo es mucho más frenético (a mi el filme no me aburre en ningún momento), amén de la proverbial perfección técnica marca de la casa. Contiene un buen Macguffin (de nuevo Hitchcock, es evidente que el tema del combustible ecológico lo es en el filme), aunque se ve enseguida quién es el malo del filme. Si esto es un filme menor, ya querrían muchos de la competencia hacerlos. Quizás no es un filme redondo (demasiada grua torpe), pero está muy por encima de la media.

   Como es habitual en los estrenos de Pixar, el filme no viene solo. Contiene un pequeño avance del estreno del estudio del año que viene, The brave, que tiene muy buena pinta con una chica celta a punto de ser atacada por un oso, esperemos que no defraude. Y viene acompañado por una nueva pequeña perla de nuestros queridos Toy story, un corto titulado Vacaciones en Hawaii, cinco minutos repletos de gags en una historia mínima y con un final con muy mala uva. Este corto sí que es una obra maestra sin discusión posible.