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carlosmartinez

prometheus

   Mucho se ha hablado del último trabajo de Ridley Scott, primero que si era una precuela de Alien, después que no lo era, más tarde que lo era en parte... Pues bien, por mucho que maree la perdiz y nos intente llevar por los cerros de Ubeda, hay que decirlo claro: esto es una precuela pura y dura, por cierto que sea que explora algunos otros caminos y deja el terreno abierto a una secuela distinta de la saga del mítico bicho.

   Y a mí a lo que me recuerda también el retorno de Scott al cine fantástico y a la película que lo lanzó a la fama es a otra anterior suya, Hannibal, por el uso de un humor negrísimo, malévolo y retorcido (a partir de aquí, advertencia: ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS). Hay que tener muy mala leche para hacer una parodia granguignolesca del propio Alien y de 2001, convirtiendo a los humanos literalmente en hermanos mayores del alien (si uno ve la primera escena de Prometheus, el origen del hombre y el alien es exactamente el mismo con un padre igual, y no olvidemos si hemos leido la novela de Arthur C. Clake que allí también éramos producto de un experimento científico extraterrestre con el monolito de marras), y por ende convertirnos en parásitos al igual que aquellos. Hay que tener muy mala uva para mostrar un aborto-cesárea muy bestia a la protagonista (para mí la mejor escena de la película). No sé cómo calificar el considerarnos armas de destrucción masiva hechas por una inteligencia extraterrestre... Está claro con lo que digo que Scott ha hecho lo que hicieron en la saga él mismo, James Cameron, David Fincher y Jean-Pierre Jeunet con mejores o peores resultados y que olvidaron la panda de chapuzas que hicieron las entregas de Alien vs predator, llevar cada entrega por nuevos caminos y hacer cada vez un filme diferente de los anteriores, con estos datos, es evidente que no se trata de un remake del filme original como alguno ha querido ver. El problema es que con ser un filme más que notable, le fallan un par de cosas: un guión con excesivos agujeros (no se entiende que los extraterrestres hayan seguido en contacto con nosotros si nos desprecian o les importamos un pito) y donde hay cosas que no cuadran respecto al primer filme de 1979 (tal como acaba el filme, está claro que el space jockey acaba su cometido en un lugar de la nave diferente del que vimos en la película original), y una protagonista, Noomi Rapace, que no acaba de dar la talla como heroina, está a años luz de sus compañeros de reparto (Charlize Theron, Idris Elba, un irreconocible Guy Pearce en una breve aparición como anciano y especialmente un inmenso Michael Fassbender como robot fan de Lawrence de Arabia) y en las antípodas de Sigourney Weaver, a la que echamos de menos.

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