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carlosmartinez

Mátalos suavemente

   Definitivamente, el neozelandés Andrew Dominik hace un tipo de cine bastante raro. Lo era Chopper, irónico retrato de un asesino en serie, lo era lo que nos dejaron ver de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (después de ponerle muchas pegas en el momento de su estreno, descubro que nos tomaron el pelo los productores, que solo nos pusieron en las salas 2 horas y media de un filme que en su estreno en el Festival de Venecia duraba 4 horas, a eso lo llamo yo una carnicería, ahora me parece lógico que le pusiera pegas, debería verlo en su totalidad para poder apreciarlo) y lo vuelve a ser con su nueva película, Mátalos suavemente.

   El filme protagonizado por Brad Pitt está muy lejos de ser la típica película sobre asesinos en sueldo, tiene mucha más miga de la que puede parecer a simple vista, empezando por su plantemiento: hay que ser muy destroyer para hablar de la crisis económica a través de un sicario al que le reducen el sueldo por su trabajo y que se pasa parte del filme diciendo pestes de Obama. Es un filme notable, a pesar de que le sobran demasiados diálogos y la violencia es demasiado explícita, pero contiene excelentes interpretaciones del protagonista, de los dos actores desconocidos que interpretan a sus potenciales víctimas, de Richard Jenkins y James Gandolfini. Un muy curioso trabajo de cine negro.

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