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carlosmartinez

Holy motors

Holy motors es probablemente el filme más polémico de la cartelera, para unos una obra maestra y para otros una inmensa tomadura de pelo, supongo que los que lo premiaron en Sitges debían estar entre los primeros y los que lo dejaron sin premio en Cannes entre los segundos, no lo sé.

Una vez visto el filme de Leos Carax, entiendo la discrepancia, porque no es un filme fácil, y porque recuerda a filmes de otros directores que en su momento montaron gran polvareda entre los cinéfilos con este tipo de cine, entre surrealista y onírico, como Buñuel, Lynch o Terry Gilliam. También recuerda a un filme muy reciente como Cosmópolis de David Cronenberg, y no solo porque los dos transcurran en el recorrido de una limusina, sino por el peculiar sentido del humor, aunque el de Carax está mucho más conseguido, yo estoy entre los que lo consideran una obra maestra y probablemente el filme más importante del año, una mirada surrealista muy divertida y a la vez por momentos muy tierna y poética a nuestro mundo actual, con momentos delirantes que harían las delicias del mejor Buñuel y un actor como Denis Lavant en estado de gracia histriónico multiplicándose en varios papeles, muy bien acompañado por  Kylie Minogue en el momento más dramático de la película (su escena en un edificio al lado de un puente, juraría que el Pont Neuf de París tan querido por Carax, pero no podría asegurarlo, es conmovedora) y por una estrella hollywoodiense como Eva Mendes a la que le toca el momento más chocante y más discutido por los detractores de la película, el que sucede a la aparición de Monsieur Merde en el cementerio. A mí me parece la mejor película del año, pero comprendo a sus detractores, tiene mucho de surrealista y de cine abstracto, y los dos estilos de arte son muy difíciles de comprender, no son plato fácil.

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