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carlosmartinez

Necrológicas

Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Estando como estamos en día electoral, no me apetece hablar de política ni de la campaña electoral, lo dejamos para la semana que viene si no os importa. Me apetece más hablar de los cuatro personajes fallecidos estos días relacionados con la televisión y el cine, dada la importancia en tales medios de todos los pongo en riguroso orden alfabético para no dar más importancia a uno que a otro, descansen todos en paz:

Jose Luis Borau:

Aunque su filmografía es relativamente corta, es sin duda uno de los grandes del cine español, tanto en tareas de director como de productor. Solo por la memorable Furtivos ya merece un lugar de honor en nuestro cine, pero es que Hay que matar a B, La sabina, Tata mía y Leo son también muy buenas películas, sin olvidar que produjo Un, dos, tres, al escondite inglés, la primera película de Iván Zulueta, y dos de los títulos claves de las postrimerías del franquismo y de la transición, Mi querida señorita (sorprende que la dejase pasar la censura) y Camada negra.

Larry Hagman:

No sé si su personaje de JR Ewing se puede considerar el mejor villano de la historia de la televisión, pero sin duda es el más famoso y carismático de la televisión americana. Junto con la de Glenn Close es probablemente la sonrisa más cínica, retorcida y peligrosa de la historia. La serie Dallas no hubiese pasado de un vulgar culebrón sin él, y la historia de la televisión de los 80 hubiese sido diferente, no habrían llegado tampoco imitaciones más o menos conseguidas como Dinastía, Falcon Crest o la delirante Los Colby, o la divertidísima parodia que es Enredo. Fuera de la televisión, solo aparece en pequeños papeles no demasiado destacados en filmes como Ha llegado el águila, Supermán o Nixon.

Tony Leblanc:

 Sin duda uno de los actores cómicos más grandes, carismáticos y prolíficos de la historia de nuestro cine. Como suele ser habitual en las filmografías de nuestros actores más veteranos, no todas sus películas están a la altura que merece su talento, pero raramente este actor estaba mal hasta en los peores proyectos. Entre lo más destacado, por su popularidad en su momento, Las chicas de la Cruz Roja y El día de los enamorados, aunque yo personalmente me quedo con Los tramposos (gran película picaresca a revindicar) y la primera entrega de Torrente.

Miliki:

 

Este gran payaso (me parece completamente injustificable utilizar como insulto o como término despectivo una profesión que ejerce la noble intención de hacer reir a la gente) forma parte con el resto de la familia Aragón de la memoria colectiva de los que fuimos niños durante los años 70. Su labor en el cine es muy limitada, si la memoria no me falla solo en el filme argentino Había una vez un circo y en la escena final de la película de su hijo Emilio Aragón Pájaros de papel, pero sin duda es uno de los grandes de la televisión de nuestro país.

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