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carlosmartinez

El hobbit (1ª parte)

Antes de hacer la crítica de la primera parte de la película El Hobbit, varias cosas: Habéis leido bien, primera parte de una película, al igual que El señor de los anillos, no puedo considerar por separado una película que en realidad está inacabada, que tiene que tener dos partes más (El señor de los anillos era una película en tres partes, no tres películas, lo digo porque me irritaban mucho los críticos que decían que la tercera parte no era tan buena, porque no la puedo imaginar sin todo lo visto en las dos entregas anteriores, tan armonioso era el conjunto en mi parecer, y además se concibió y se rodó como una película sola), por lo tanto mi valoración del filme solo es provisional hasta que haya podido ver el filme en su totalidad en verano de 2014. Por otro lado, y siempre que pueda (no conozco tanto el mundo de Tolkien como para hacerlo del todo bien), voy a intentar evitar los nombres de los personajes de la para mí patética traducción española de los libros, no soporto algunos de los nombres de los Hobbits en nuestro idioma ni entiendo algunas traducciones rimbombantes como el Monte del Destino (Mount Doom en el original). Por cierto, y contra mi voluntad, no he podido ver el filme en el sistema de HFR como hubiese querido, por no poder llegar a tiempo. Agradezco a los empleados de Cinesa La Maquinista las facilidades que me han dado para poder ver el filme en una sesión que no era la que hubiese deseado, espero poder hacerlo en otro momento durante las fiestas de Navidad, aunque sí he podido ver algunas imágenes y el resultado me parece más que bueno.

Pues bien, visto lo que he visto en la primera parte de El Hobbit, me vuelvo a quitar el sombrero ante el director neozelandés Peter Jackson. Quizás a los puristas de la obra de Tolkien les haya sacado de sus casillas que Jackson haya convertido un libro de apenas 200 páginas en una primera entrega de casi tres horas, pero es que el filme no es una adaptación al pie de la letra de la novela (como tampoco lo era El señor de los anillos, donde faltaban personajes muy conocidos y donde la tercera entrega recogía cosas de Las dos torres y El regreso del rey). La novela original era un estupendo cuento para niños, y el director lo ha convertido en un filme más adulto, donde predomina el espíritu aventurero y donde se incluyen escenas que no son de este libro sino de los apéndices de El señor (el prólogo con Bilbo y Frodo Baggins en Bag End y creo que la reunión de Gandalf, Saruman, Galadriel y Elrond). El resultado es espectacular, muy entretenido (las tres horas se pasan en un suspiro) y tiene una estupenda interpretación de Martin Freeman como el intrépido Bilbo (personaje que siempre me ha gustado más que el un tanto soso Frodo), aunque quizás hubiese deseado una mayor síntesis en la presentación de los enanos en la casa de Bilbo y una mejor caracterización de algunos de los personajes procedentes de El señor de los anillos, Christopher Lee por momentos parece una momia, no sé si por su avanzada edad o porque le han tratado por ordenador, pero carece de vida y de expresión. Las escenas de acción son espectaculares y muy bien realizadas, y Gollum sigue siendo tan inquietante, tierno y patético como siempre, y Howard Shore vuelve a hacer una gran banda sonora, increiblemente apartada de los Globos de Oro. Volveremos al tema con la segunda entrega la próxima Navidad.

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