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carlosmartinez

Tierra prometida

Antes que nada, y ya que hablamos del nuevo filme de Gus van Sant, Tierra prometida, me gustaría comentar algo sobre su peor película, aquel lamentable engendro que era el remake de Psicosis: que nadie me vuelva a decir que copió plano a plano el filme de Hitchcock, porque no es cierto ni por asomo en mi opinión. Para ser correcto, debería haberla hecho con el reparto original, en blanco y negro y sin añadir elementos nuevos. Van Sant la hizo en color (patético, el color en el filme es penoso), con un reparto inadecuado (Vince Vaughn y Anne Heche se parecen a Anthony Perkins y Janet Leight lo que Rajoy a Karl Marx, y Julianne Moore hace la peor interpretación con diferencia de su carrera) y con elementos "novedosos" tan impresentables como el personaje de Moore con un walkman o Norman Bates cascándosela antes de la escena de la ducha (inverosímil según cualquier psiquiatra para el tipo de transtorno que padece Bates). Eso no es un remake plano a plano, eso es una completa abominación que no tiene nada que ver con la genialidad de Hitchcock. Lo he dicho muchas veces en este blog: no hay remakes fotocopia, en cuanto cambias el reparto, los decorados o la fotografía, el resultado siempre es distinto.

Después de este ladrillo (si no lo digo alguna vez reviento), Tierra prometida me parece un filme simplemente correcto, uno más del tipo que suele hacer van Sant cuando trabaja para estudios y no le da la vena "autoral" de Psicosis, entretenido aunque con tufillo de telefilme y con buenas interpretaciones. Esta historia del empleado de corporación que no mira los intereses ecológicos que descubre los trapos sucios y los tejemanejes de su empresa para poder hacer prospecciones de gas en un pueblo nos la conocemos de memoria, la sombra de Capra (que no es uno de mis directores favoritos, pero que hacía muy bien su trabajo y es con permiso de John Ford el director que más ha influido en el Hollywood posterior) está siempre muy presente, y no aporta nada nuevo salvo un giro de guión en uno de los personajes protagonistas bastante sorprendente que evidentemente me abstendré de comentar. Lo mejor, un Matt Damon convincente que hace que nos creamos la trama y la evolución de su personaje y dos grandes secundarios de la talla de Frances Macdormand y Hal Holbrook, ellos hacen mejor un filme agradable y correcto sin más.

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